El Rugby es un deporte en el que tradicionalmente se ha dado gran importancia a la entrega de valores morales entre los jugadores. El compañerismo, el respeto, la disciplina, el sacrificio, el altruismo y la fortaleza del espíritu son valores que el Rugby transmite y se hace parte de la vida cotidiana de quienes lo practican.
Dentro de la cancha se encuentran los mismos problemas que en cualquier otro ámbito de la vida, la diferencia radica en el compañerismo y la fortaleza de espíritu que se logra en el grupo.
Podemos decir que el rugby, en sí, tiene como función integrar a cada uno de los participantes del equipo, incorporando las diferencias personales como aporte valioso al grupo en la búsqueda conjunta de la cooperación y el compromiso de alcanzar las metas. Tanto desde el punto de vista anímico como físico integra al pequeño, al grande, al gordo, al delgado, al rápido y al lento. Todos pueden jugar rugby.
En el rugby se destaca la importancia del control y la disciplina, tanto individual como colectiva, donde es perfectamente aceptable la acción de ejercer extrema presión física sobre un oponente en un intento de obtener la posesión de la pelota, pero no para lastimar voluntaria o maliciosamente.
A diferencia de otros deportes de equipo, en el rugby los jugadores no suelen discutir a los árbitros sus decisiones, ni tratan de engañarlos para sacar partido de sus decisiones. Las anotaciones son necesaria consecuencia del esfuerzo de todos, por lo que no se promueven las celebraciones individuales tras la conversión un try, como se producen en otros deportes. Esa confraternidad distingue al rugby entre otros deportes, con fuerza y calidad de integración desde sus orígenes y manteniéndola hasta hoy.
Lo anterior todos lo sabemos, ahora hace falta creer en ésto, hicimos un compromiso con el club y sobre todo con nosotros mismos, creamos en nuestra propia palabra.
Atxa.
sábado, 7 de noviembre de 2009
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